miércoles, 21 de julio de 2010

DIALOGO ENTRE MUSULMANES Y CRISTIANOS

Diálogo entre cristianos y musulmanes
Los errores de unos exaltados no nos debería permitir hacer frívolas generalizaciones. Ni el Islam tiene que ver con el terrorismo, ni las 'guerras preventivas' con el cristianismo
Antoni Pedragosa
Un grupo de 138 representantes del mundo musulmán dirigió una carta a los líderes de las Iglesias Cristianas entre los que se encontraba el Papa Benedicto XVI. En la misiva, se proponía reafirmar los lazos de fraternidad entre las dos religiones. Los firmantes de la carta consideraban importante abrir un espacio de diálogo permanente para luchar contra el fundamentalismo y toda forma de violencia.
Este documento pone especial énfasis en el mandamiento divino del Amor que compartimos las dos religiones.Hemos de reconocer que esta carta es un gesto de paz muy valioso, por tratarse de una iniciativa exclusivamente musulmana. Hasta ahora, nunca se había producido una declaración formal, mínimamente representativa, en favor de la paz y del diálogo por parte del mundo islámico.
La representación es muy amplia. Hay Sunitas, Chiitas, Ismaelitas, Jaafaris y Ibadis de 43 países diferentes. Es cierto que un solo documento no cambiará las cosas en un día, pero es evidente que constituye una voluntad de entendimiento de un sector amplio del Islam. Mucha gente deseaba un cambio de esta índole y ahora que se ha producido, no se debe desaprovechar.
Un paso necesario será purificar la memoria mutua de prejuicios y resentimientos. Los errores de unos exaltados no nos debería permitir hacer frívolas generalizaciones. Ni el Islam tiene que ver con el terrorismo, ni las 'guerras preventivas' con el cristianismo.
La Santa Sede ha acogido con simpatía esta carta y, según voluntad del Papa, conviene potenciar aquellos puntos que compartimos y no ponernos a discutir las diferencias que nos separan.
Benedicto XVI encomendó a los jesuitas Shamir Khalil, y Cristian Troll, dos prestigiosos conocedores del Islam, que señalaran los puntos en los que coincidimos cristianos y musulmanes, y los puntos en que discrepamos. Aspectos fundamentales, como el Amor a Dios, el Amor de Dios, el amor al prójimo, el perdón y la compasión, y la imagen de Dios compasivo y misericordioso son compartidos por la Biblia y el Corán.
No obstante, según el parecer de Cristian Troll, no están interesados en un diálogo ético, de derechos humanos, de cultura o civilización, sino entrar a fondo en un diálogo teológico. En este terreno, según Troll, solo se podría avanzar señalando y reconociendo amigablemente los desacuerdos. También en el ámbito de los derechos civiles hay diferencias importantes. La libertad religiosa, la distinción entre el poder político y el religioso, la paridad entre el hombre y la mujer son cuestiones que la carta no trata. Según Benedicto XVI, el diálogo solo será fructífero si se produce con el máximo respeto mutuo, que nadie pretenda llevar al otro a su terreno.
El Papa señala que el mundo musulmán se encuentra hoy en una situación muy parecida a la de los cristianos en la época de la Ilustración. Época en la que se tuvo que hacer un largo camino de adaptación. También el mundo Musulmán tendrá que hacer este camino para adaptarse a las nuevas situaciones. Pero es conveniente, como señala Troll, que los cambios se produzcan por reivindicaciones internas y no por presiones externas.
Del análisis de la carta de los 138 musulmanes, se extrae que hay posiciones mas abiertas que otras a una racionalidad tolerante. Con esta actitud es posible tener un diálogo siempre abierto y confiado, como auténticos compañeros de camino. En este sentido, el director de la Agencia musulmana de ayuda a Somalia, Shihab Babiker, reconocía que cuando cristianos y musulmanes trabajan unidos, codo con codo, sin ninguna dificultad, promoviendo dispensarios, escuelas rurales, cooperativas agrícolas, asociaciones de mujeres, etcétera, es cuando pueden dar un auténtico testimonio de diálogo y cooperación.

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