lunes, 26 de julio de 2010

VAYAMOS A LA CONVERSION Y AL ARREPENTIMIENTO

Niegan la existencia de Mi Casa, niegan el pecado, niegan a Mi Madre. ¿Qué espera esta humanidad, cuando ante sí se devela el dolor, a raíz de la libertad humana sumergida en el pecado? Niegan la existencia del enemigo del alma, satanás. Difunden falsedades para atrapar a los tibios. Sufro por quienes se consuelan diciendo: “Todo es bueno”, y así niegan vivir bajo el dominio del pecado. Mientras tanto, éste se expande como los rayos del sol, mientras el espíritu de impureza inunda los sitios públicos, calles, hogares, y hasta Mis Templos. La inocencia de los niños es arrebatada sin piedad, la vida es interrumpida sin ningún pesar.
¡Oh humanidad, cómo te sumerges en las tinieblas! La Luz se está extinguiendo. Entrará la oscuridad, la misma con la que conviven.
Grandes ciudades serán sacudidas, la abominación atrae plagas hacia el hombre.
La humanidad despertará con un gran pesar sobre sí. La misma mano del hombre trae dolor.

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