jueves, 28 de octubre de 2010

La crueldad de las hipotecas españolas

Un enlace curioso: el New York Times explica cómo funcionan las hipotecas en España, y se queda completamente horrorizado. Para quien no lo sepa, en la mayoría de países civilizados cuando una persona no puede pagar su hipoteca el banco se queda con la casa, y el expropietario simplemente pierde la propiedad. En España uno pierde la casa, pero la deuda permanece, así que una mala inversión inmobiliaria puede traducirse en una condena a pagar dinero a la entidad financiera hasta el fin de los tiempos.

La verdad es que yo pensaba (ingénuo de mí) que esta clase de legislación absolutamente draconiana limitaba los efectos de una burbuja inmobiliaria y evitaba que los bancos firmaran hipotecas basura. Lo primero era una tontería obvia, y lo segundo era parcialmente cierto… hasta que una crisis económica lo suficiente profunda hacer que muchas hipotecas válidas pasen a ser igualmente tóxicas.
Si el gobierno tiene ganas de pasar una reforma barata, eficaz y que puede clarificar la salud del sistema financiero a medio plazo, reformar la ley de bancarrotas para permitir que estas deudas sean renegociadas. A los bancos seguro que no les gustará en absoluto, pero me parece que a estas alturas no estaría mal hacerles llorar un poco. Y sí, eso afectará sus balances un poco bastante, pero no es que nadie se fie demasiado de ellos a estas alturas.

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