Se lo ha dicho sin acritud, pero a las claras. Felipe González ha recordado a Zapatero que es libre para irse cuando quiera pero no para continuar. Su candidatura a las generales al frente del PSOE depende de los militantes del partido.
El cachete del gran socialista ha sido contundente. Tras la exigencia de cambio de líder expuesta por Alfonso Guerra en su revista Temasha llegado la confirmación del hombre que vertebró casi quince años el Gobierno de nuestro país, y que respetó siempre el espíritu de la Transición. Parece claro que la inmensa mayoría de los barones socialistas están hartos de José Luis Rodríguez Zapatero. Creen que el protector de Maleni y Bibiana, de Elenita y Carmina, les conduce al precipicio electoral. Las cifras que incendian las encuestas son ya de escándalo. El PP de Rajoy aventaja en casi veinte puntos al PSOE de Zapatero. Para Felipe González, para Alfonso Guerra, para Joaquín Almunia, para Carlos Solchaga, para Javier Solana urge sustituir al presidente en decadencia por un líder capaz de enfrentarse al aluvión derechista.
La operación no resultará fácil. Zapatero es un cadáver político. Pero está de cuerpo presente. Los enterradores del PSOE tendrán que salvar muchos obstáculos y sortear a las plañideras mayores del reino para sepultar al faro de la Alianza de las Civilizaciones. Felipe González ha recordado a todas y a todos: “Lo peor es que alguien se crea imprescindible”.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española
de la Real Academia Española
No hay comentarios:
Publicar un comentario