Una cosa es lo que dicen en público y otra muy distinta lo que comentan en privado. Algunos de los grandes empresarios del Ibex están muy preocupados por la crisis de España y admiten que "el problema es Zapatero". El presidente se reúne el sábado con los principales directivos del país.
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2010-11-26
M. Llamas
El gran problema de España tiene nombre y apellidos: "José Luis Rodríguez Zapatero". Así se manifiestan en privado algunos de los empresarios más importantes del país, cuyas sociedades cotizan en el Ibex 35, según fuentes próximas a los directivos."El problema es Zapatero", alertan, dando así a entender que el presidente debería dimitir o convocar elecciones ante la caótica situación económica existente desde hace meses, pero agravada de forma sustancial en las últimas semanas tras la crisis de deuda pública que azota con virulencia a las economías periféricas de la zona euro. Pese a ello, cosa distinta es que expresen y reconozcan esta preocupación en público y, mucho menos, al Gobierno ante las posibles repercusiones que ello podría tener para sus empresas.
Y es que la crisis de deuda pública no sólo afecta al Gobierno sino, muy especialmente, a las grandes empresas nacionales, que también son castigadas en los mercados mediante un aumento sustancial en el coste de su financiación (tipo de interés) con respecto a otras compañías europeas como, por ejemplo, las alemanas.
Esto sucede porque la deuda pública es, en teoría, el activo más seguro que existe ya que, al fin y al cabo, el Gobierno cuenta con el privilegio de poder subir los impuestos, restando riqueza y renta a empresas y ciudadanos, con el fin de poder hacer frente al pago de sus deudas e, incluso, en los casos más extremos (Argentina, Bolivia, Venezuela... entre otros) nacionalizar (expropiar) compañías de forma arbitraria. De ahí la importancia del coste de la deuda pública: si ésta se encarece también lo hace la deuda privada.
En sus últimos viajes de trabajo al extranjero, algunos de los directivos más importantes de España han observado cómo durante el transcurso de sus reuniones con inversores internacionales el tema principal de conversación ha girado en torno a la situación económica de España en lugar de los proyectos o buena posición de sus empresas. Por ello, dentro de la cúpula empresarial comienza a atisbarse un creciente "hastío" y "hartazgo" sobre la política económica que mantiene el Ejecutivo socialista, indican.
En este sentido, hace escasos días, en un hecho poco común por no decir insólito, un amplio grupo de expertos economistas y grandes empresarios presentaron al Rey un informe bajo el título Transforma España en el que se analizan distintas propuestas de reforma para mejorar la competitividad del país e impulsar el crecimiento económico. Lo relevante es que los empresarios puentearon a Zapatero acudiendo directamente al Rey, algo que ha sentado bastante mal en Moncloa.
El documento, adelantado por Libertad Digital, incluye, entre otras medidas, importantes reformas estructurales e institucionales, tales como la separación efectiva de poderes y un cambio del actual sistema electoral. Asimismo incluye un apartado en el que evalúa "cómo está realmente España hoy y por qué".
España no es hoy en día un país líder ni en madurez ni en oportunidades. Ocupa una posición intermedia en ambos conceptos, con grupos de países que la superan en madurez-país, en oportunidad-país o en ambas. Más allá de oportunidades concretas, la configuración actual convierte por tanto al país en poco atractivo para empresas, iniciativas, inversiones y talento.
En este sentido, la Figura 1 muestra, para cada uno de los grupos de países considerados y España, la visión consolidada que reflejan los indicadores tanto de madurez-país (mitad izquierda de las barras del gráfico) como de oportunidad-país (mitad derecha de las barras del gráfico).
En el momento actual, España no ha conseguido alcanzar el desarrollo adecuado de la Economía del Conocimiento como para competir en bienes y servicios sofisticados con los líderes pero, al mismo tiempo, no puede seguir compitiendo en costes con los nuevos entrantes como proveedor de bienes y servicios de menos valor. El modelo vigente de España ha generado resultados buenos o excelentes en el pasado, pero da señales claras de agotamiento desde hace ya unos años.Pero lo más relevante viene a continuación:
En este sentido, la Figura 2 muestra la evolución del valor-país de España desde 1997 hasta 2009, junto con proyecciones futuras del tipo what-if (qué hubiera pasado si...) hasta el 2020. El valor de España ha crecido al menos desde el año 1997 (esto es, una década antes del inicio de la crisis) hasta el año 2007, en el que se produce un punto de inflexión que da paso a una caída pronunciada que, hasta 2009, retorna el país a valores próximos a 1997 actualizados.
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Es decir, el "valor-país" de España ha retrocedido más de una década. Y ello, no sólo por la crisis económica sino también institucional. Y es que, el concepto "valor-país" que cita el informe hace referencia a un amplio conjunto de indicadores económicos, sociales, jurídicos y políticos para reflejar el crecimiento potencial y la "fortaleza" (no sólo económica) de España en el mundo.El concepto de valor-país utilizado aquí, busca reflejar, de forma sencilla y agregada, la evolución de la magnitud y fortaleza de España. Para ello, se considera tanto la evolución del país respecto a sí mismo (denominado valor-país absoluto), como frente a la misma muestra de países, con una proporción 70/30 entre ambos. En la construcción de este indicador de valor-país, se agrega con igual peso aspectos relativos a competitividad, bienestar, sostenibilidad, influencia, calidad de gobierno y desarrollo de la Economía del Conocimiento.Lo más grave es que, según la proyección futura que recoge el estudio, el "valor-país" de España en 2020 será inferior al de 1997.
Reunión en Moncloa
Precisamente, pocos días después de la difusión de dicho informe, más de 30 grandes empresarios españoles se reúnen este sábado con Zapatero en la Moncloa, tras ser convocados por el presidente a una reunión extraordinaria de tres horas de duración para analizar la situación económica e impulsar la inversión española a través de la apertura de nuevos mercados. Aunque numerosos empresarios creen que se trata de una reunión para que Zapatero "se haga la foto" el objetivo, según fuentes de Moncloa, es que mediante esta estrategia se cree empleo en España y, como consecuencia, se active también el consumo.
Asimismo, Zarzuela anunció ayer que el Rey se entrevistó en privado con la ministra de Economía, Elena Salgado, para cambiar impresiones sobre la crisis de España. Aunque este tipo de encuentros entre el Jefe del Estado y los miembros del Ejecutivo son comunes y habituales, lo extraño es que Zarzuela publicara un comunicado anunciando la cita ya que, normalmente, no lo hace.
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