Tardarán todavía unos días en disiparse los efectos de la huelga de los controladores aéreos que ha tenido graves consecuencias para los ciudadanos afectados y la economía nacional. La declaración del estado de alarma es un hecho previsto para casos muy excepcionales y ha causado un gran impacto en la opinión pública. La gestión del conflicto con los controladores por el ministro Blanco ha sido muy deficiente y no ha sabido darle las soluciones adecuadas. Nunca se debió llegar a esta situación que pone en cuarentena derechos de los ciudadanos cazados en medio de un conflicto del que son ajenos. Las responsabilidaes penales en que hayan podido incurrir los controladores deben ser exigidas con el máximo rigor, pero el Gobierno no puede eludir sus responsabilidades políticas. El presidente Rodríguez Zapatero no ha sido capaz de dar la cara y dar explicaciones a unos ciudadanos que asisten indefensos a la declaración del estado de alarma por primera vez desde la aprobación de la Constitución. Queremos saber que ha pasado, por qué y si se tomaron a tiempo las medidas de prevención adecuadas. Es nuestro derecho.
Parece mentira que a estas alturas,todavía haya quien crea a esos de la ceja.Una dictadura en toda regla,para tapar las nuevas medidas montan este guirigay,los culpables son ellos que ya sabían lo que iba a ocurrir desde hace meses,y de desastre nada,si acaso una putada,para los pasajeros, por esa regla de tres la huelga del metro y las demás huelgas tambien serían estados de alerta, valgame Dios.y si cobran mucho mejor para ellos -que aquí se ve la envidia,otros no saben hacer la O con canuto,nos arruinan ,roban se bajan los pantalones y cobran y cobraran toda su puta vida ^^^ y cía.Y la gente pensando solo en "su viaje"que puentes ni gaitas,salvo los que fuesen a otros continentes los demás podian viajar en coche tren o barco.
Deberían ponerles las mismas sanciones a los de la huelga del metro, que fué brutal y salvaje, ah pero como eran del partido y ademas los sindicatos, los que estaban liberados y demás, a estos como si nada, a ésto antes se le llamaba la ley del embudo, lo ancho para mi y lo estrecho para ti,la verdad no creo que dure mucho ésto,Seria un caos total.
No puedo controlar a punta de pistola´
Llegan al encuentro con los ojos enrojecidos por las lágrimas. Hablan entre sollozos, temblando, con los nervios de quien se ha jugado su patrimonio, su carrera e incluso la cárcel en tres días de órdago salvaje.
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