Posted by Noticiario centro de Andalucia en 17/12/2010
La renta familiar en la provincia se situó en 12.602 euros de media anual en 2009, 526 euros menos que en 2008
ANDALUCIA/MALAGA
Nunca se había producido este fenómeno desde que se tienen datos. Los servicios sociales atienden ya al 9,2% de la población
La crisis está empobreciendo a las familias malagueñas, en un fenómeno que se vive por primera vez en la provincia desde 1967, que es la fecha en la que se empezó a calcular este índice. La caída es de 526 euros de la renta media anual disponible por las familias de la provincia y en sólo un año. Este retroceso también nos aleja de la equiparación con la media nacional, frente a la que tenemos casi un 20% menos de recursos.
Los datos recopilados en la Agenda 21 por la Oficina del Medio Ambiente Urbano (OMAU) muestran cómo la crisis, que empezó a mostrar su rostro más duro en 2009, está pasando factura a los malagueños. Si en 2008 se alcanzó por primera vez una renta media anual superior a los 13.000 euros, en concreto con 13.128 euros, un año después se torció la tendencia. La renta se situó en los 12.602 euros en 2009, en lo que supone la primera caída de este índice en 42 años de registros conocidos.
Hasta el año pasado, los incrementos anuales habían sido constantes, con distinto porcentaje de crecimiento, pero siempre con un saldo positivo, incluso durante las crisis económicas de 1973 y 1993. La mayor dependencia del peso de la construcción en la economía malagueña, que es uno de los sectores más castigados, es una de las explicaciones que se encuentran tras este empobrecimiento generalizado.
Sólo hay que mirar algunos datos económicos de la provincia, que también aportan los indicadores de la Agenda 21 del OMAU. El peso de la agricultura y la industria se ha reducido al mínimo en la capacidad productiva de la provincia y con una caída constante en los últimos años. Así, el campo y la pesca representan el 3,5% del valor añadido del Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia, con 710,9 millones de euros de movimiento económico; mientras que la industria apenas aporta otro 7% del PIB, con 1.421,9 millones de euros.
Lejos quedan los datos de 1993, cuando la agricultura aportaba el 8% de la riqueza provincial y la industria el 11%. La mayor dependencia de la construcción, que genera el 14,6% de la actividad económica –frente al 8,1% de 1993– y del sector de servicios, el 75%, explican el empobrecimiento de la provincia, ya que la crisis se ha cebado especialmente en estos sectores. Un dato que es más que revelador es la grave recesión económica sufrida en 2009, cuando el PIB provincial cayó un 4% y se perdieron 800 millones de euros de la riqueza económica malagueña, que pasó de los 21.159 millones de euros del PIB de 2008 a los 20.313 millones de euros registrados al cierre de 2009.
Consecuencias
Este panorama económico ha tenido un impacto directo en la caída del empleo y el aumento del desempleo, que este año ha llegado a afectar a un tercio de la población activa de la provincia y que, en noviembre, se había establecido un poco más bajo, en el 28% del total de trabajadores.
La falta de ingresos regulares y el final de la prestación por desempleo han dado el golpe de gracia a la renta familiar media que manejan los malagueños al año, reduciéndola en los 526 euros comentados antes.
Este empobrecimiento se ha dejado sentir en los servicios sociales, en especial en la capital malagueña, donde se han visto desbordados con un incremento de 5.400 personas más atendidas entre 2008 y 2009. Mientras que hace dos años los servicios sociales atendían a 47.800 personas, lo que representaba el 8,27% del total, en 2009 esta cifra se había disparado a 53.271, lo que representaba el 9,21% de la población total de la ciudad.
No es extraña la mayor dependencia de los servicios sociales comunitarios de nuevos pobres, teniendo en cuenta que un 21% de los hogares subsisten con menos de 6.500 euros al año, lo que significa que están bajo el umbral de la pobreza al disponer de menos de la mitad de la renta media.
Este panorama económico ha tenido un impacto directo en la caída del empleo y el aumento del desempleo, que este año ha llegado a afectar a un tercio de la población activa de la provincia y que, en noviembre, se había establecido un poco más bajo, en el 28% del total de trabajadores.
La falta de ingresos regulares y el final de la prestación por desempleo han dado el golpe de gracia a la renta familiar media que manejan los malagueños al año, reduciéndola en los 526 euros comentados antes.
Este empobrecimiento se ha dejado sentir en los servicios sociales, en especial en la capital malagueña, donde se han visto desbordados con un incremento de 5.400 personas más atendidas entre 2008 y 2009. Mientras que hace dos años los servicios sociales atendían a 47.800 personas, lo que representaba el 8,27% del total, en 2009 esta cifra se había disparado a 53.271, lo que representaba el 9,21% de la población total de la ciudad.
No es extraña la mayor dependencia de los servicios sociales comunitarios de nuevos pobres, teniendo en cuenta que un 21% de los hogares subsisten con menos de 6.500 euros al año, lo que significa que están bajo el umbral de la pobreza al disponer de menos de la mitad de la renta media.
Noticia original: Diario La Opinión de Málaga
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