La última burla del programa de Buenafuente contra el Papa y la Iglesia Católica, debería promover en los cristianos una exigencia de respeto a sus sentimientos religiosos ante la Justicia. Sabemos que Buenafuente maneja el recurso de la provocación a los católicos para obtener notoriedad, y alimentar irresponsablemente a un sector anticatólico. Pero no se puede consentir que campe a sus anchas impunemente insultando a la Iglesia. Cualquier católico puede denunciarlo amparado en el Artículo 525 del Código Penal, que tipifica la ofensa a los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa. Zenón de Elea |
jueves, 11 de noviembre de 2010
La Ley debe actuar contra el ataque de Buenafuente al Papa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario