miércoles, 10 de noviembre de 2010

La política cobarde de ZP


Mohamed VI masacra a los saharauis mientras Occidente, en especial España (y Francia, que también está concernida) mira hacia otro lado
Eso sí, doña Trinidad Jiménez ha pedido la intervención de la ONU y diálogo, mucho diálogo, reclamaciones tan firmes que ponen en un brete al Gobierno marroquí. ¡Pobriños, no saben qué hacer!
El principal problema político de ZP es la cobardía. Bajo su mandato España es fuerte con el débil y débil con el fuerte. Es débil frente a Chávez y los dictadores iberoamericanos, es débil frente a Marruecos, frente a Somalia, frente a las amenazas islámicas, frente a las exigencias económicas de Bruselas, Washington y Alemania, frente a los terroristas de ETA, frente a los grandes poderes económicos y, sobre todo, editoriales. Llegó al Gobierno tras un atentado sangriento y no se atrevió a pedirle cuentas al islam, origen del atentado.
Sin embargo, se comporta con chulería frente a los débiles: los no nacidos, los más indefensos de todos, y frente a los católicos, obligados a poner la otra mejilla (aunque también a dar testimonio), contra los autónomos, así como contra la prensa independiente, especialmente de Internet, esto es, los pequeños.  
Y de un cobarde no puedes esperar justicia. Por lo demás, todo marcha.

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